El gobierno santista logró su reelección por la vía corrupta de la llamada por estas calendas “la mermelada”, o por los congresistas adeptos a Santos, “los cupos indicativos”. Se trata de recursos billonarios que se destinan según el parecer o la conveniencia de los senadores o representantes favorecidos y que se entregan a los contratistas que ellos señalen.
ISAGEN – empresa estratégica, eficiente y pulcra, propiedad mayoritariamente de la Nación y por lo tanto de todos los colombianos, clave para el bienestar de todos y para asegurar la oportuna y eficiente atención de la demanda eléctrica – se entrega al capital extranjero, justo cuando con los mencionados «cupos indicativos» o “mermelada”, que no son cosa distinta que dineros salidos de los impuestos de los colombianos, se compra la reelección presidencial y se fomenta la corrupción de los políticos que dicen representar al pueblo.
Esos mismos recursos, pero bien dirigidos, se pueden constituir en el aporte a la Financiera de Desarrollo Nacional, FDN, con el fin de ponerlos a modo de fiducia al servicio de los constructores de las vías de cuarta generación, ayudando de paso en la reducción de la corrupción galopante que nos devora, y evitando la venta de una Empresa sostenible, estratégica, eficiente e intachable.
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