Las declaraciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos –OCDE- sobre las tareas que debe ejecutar Colombia para permitir su ingreso a este exclusivo club de países ricos, resultan descarnadas frente a la realidad económica del país, y no pocas incongruentes con el objetivo manifiesto dizque de mejorar el bienestar de la población.
Es cierto que se requiere invertir mucho más en competencias técnicas, en apuntalar la calidad de la educación, y que ello mejoraría la empleabilidad y por lo tanto conllevaría a la disminución de la informalidad, mal que explica en grado sumo las paupérrimas condiciones económicas y sociales de una gran parte de la población trabajadora, y claro, la bajísima cobertura del sistema pensional colombiano.
También lo es, que la salud y la infraestructura, bases del aumento de la competitividad tienen ambas enormes dificultades en materia de financiación y de desarrollo y ejecución, especialmente la segunda.
La dependencia del país de los precios del petróleo y de algunas materias primas implica, efectivamente, que no estamos trabajando para lograr un desarrollo sostenible basado en el conocimiento, en la investigación, en la ciencia, en la innovación permanente. La brecha con los países industrializados crece todos los días, en lugar de reducirse. Es acá donde es necesario poner toda la carne en el asador.
Pero, promulgar la necesidad de seguir ampliando la base de ciudadanos sujetos a pagar impuestos, someter a muchos más colombianos a un sistema impositivo desigual, inequitativo, en medio de una corrupción de proporciones espeluznantes, de un desgreño sin límites en el uso de los recursos públicos, no es una propuesta que conduzca al país por la vía de su auténtico desarrollo y que promueva el crecimiento económico y el bienestar general.
Desconocer la realidad colombiana para plantear reformas urgentes al sistema pensional, en particular al régimen público y en relación con el aumento de la edad de retiro y la nivelación de las mujeres con los hombres, tanto como solicitar la implantación de diferentes salarios mínimos por regiones, es atropellar a la población más vulnerable sólo con el objetivo de mostrar mejores indicadores en materia fiscal y de pago de la deuda externa y de permitir el ingreso a un club al que no pertenecemos ni al que deberíamos pertenecer, porque no tendremos como justificar ese ingreso en décadas.
CIFRAS:
Concepto | Estadísticas/ranking |
Informalidad | 48,5% en 23 ciudades y áreas metropolitanas (1) |
Ocupados cotizando a pensión | 50,2% (2) |
Ocupados afiliados a salud | 93,4% (3) |
Coeficiente Gini Colombia | 0,517 |
Países OCDE (Promedio) | 0,318 (4) |
Inversión pública en educación
Colombia Promedio países OCDE |
31 entre 63 países
4,5% del PIB 5,6% del PIB |
Disponibilidad de investigadores académicos y científicos | 60 entre 63 países |
Investigación científica | 59 entre 63 países |
Habilidades en tecnología | 60 entre 63 países |
Posición mundical en competitividad
Estudio Centro de Competitividad Mundial del Internacional Institute for Management Development (IMD) |
54 entre 63 países |
Eficiencia del sector privado-practicas éticas | Caída de nueve puestos. |
Aptitudes y valores en el ámbito corporativo, flexibilidad y rapidez para adaptarse a nuevas ideas o desafíos | Caída de nueve puestos. |
Corrupción | 61 entre 63 países |
Fuentes:
(1), (2) y (3), fuente: DANE. http://www.dane.gov.co/index.php/estadisticas-por-tema/mercado-laboral/empleo-informal-y-seguridad-social.
(4). Mientras más cerca de 1, el Gini muestra una mayor desigualdad en la distribución de ingresos
http://www.imd.org/wcc/world-competitiveness-center-rankings/competitiveness-2017-rankings-results/
Artículos:
Proyecciones de crecimiento del PIB continúan deteriorándose. Dinero. Economía. Mayo 22 de 2017.
Las principales recomendaciones de la Ocde para el desarrollo de Colombia. Dinero. Crecimiento Económico. Mayo 26 de 2017.
Colombia retrocede en competitividad a nivel mundial. El Tiempo. Economía y Negocios. Mayo 31 de 2017.
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